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En un retículo incandescente del averno, rodeado de magma, aullidos y almas en pena, en dónde se purgan los males, se pagan las deudas y se limpian los espíritus, se encontraba, encaramado en la punta de una roca, y sentado como un beduino, un joven demonio de intrigante aspecto.

Sus brazos algo huesudos, eran suficientemente largos para rodearse las rodillas y llegar a entrelazar los dedos de las manos sobre su espalda. Aún así, parecían no ser suficiente, por lo que se abrazaba con más y más fuerza cada vez. A pesar de tener la cabeza escondida en su regazo, sus largas orejas puntiagudas sobresalían desmesuradamente de su perfil, proyectando una extraña sombra sobre el suelo. Unas largas piernas, también un poco carentes de carne, encontraban su fin en unos grandes pies. Tenías los dedos largos y delgados, con una sorprendente desproporción, en dónde los huecos que quedaban entre ellos, hacían silbar al viento al pasar. Las yemas, desgastadas de caminar descalzo por el suelo, que ya por abrasivo, o por ardiente, hacía imposible el caminar de cualquier humano. Arqueaba esos desproporcionados pies, hincando las puntas de los dedos, y el talón, sobre la roca.

Su cola, casi tan larga como sus piernas, reposaba a un lado, sin ningún movimiento aparente, y dejando descolgar su punta en forma de flecha por el borde de la piedra.
Unos pequeños bultos en su espalda, dejaban intuir lo que algún día serían unas grandes alas. Por el momento, no eran más que una rareza, casi una anécdota, y lo único que indicaban era su aún temprana edad. Pasarían largos años de aprendizaje hasta que pudiera volar como los grandes demonios, que con sus vanidosos vuelos cruzaban la oscuridad de las grutas, y teñían con sus sombras las paredes de las cuevas.
Tenía en su piel un tono grisáceo, casi ceniza, pero más cercano al negro que al blanco. Sus rasgos, los pliegues de su piel, y alguna que otra cicatriz, se tornaban de un color azabache, y conformaban su figura como en un antiguo dibujo hecho a carbón.

Lejos de lo que se cree, los demonios no son ni verdes ni rojos. Hoy en día, es un hecho ya constatado, por expertos y estudiosos, que la piel de los demonios cambia de color según la etapa de su vida en la que se encuentran. Unas etapas marcadas por largos intervalos de tiempo, que plasman las vivencias, victorias y derrotas, que reflejan sus diversiones, penurias, o simplemente la influencia que otros demonios ejercen sobre ellos. Aunque se desconoce exactamente el motivo, se cree que en su sangre abunda una toxina neurosensible que cambia el estado de las células de su piel. Esto en realidad es una teoría, ya que jamás se ha podido capturar a unos de estos seres con vida. Y como es de suponer, por el momento no se ha ofrecido ninguno voluntario para que se le practiquen las pruebas pertinentes.

Se han realizado diversos estudios sobre la coloración demoníaca, y aunque existen ciertas controversias, algunos creen saber ya suficiente sobre estos engendros de las profundidades abismales. Lo cierto es, que por el momento, sí que hay datos para empezar, si más no, a conocerlos, a predecir en la medida de lo posible su comportamiento, y a estar, en cierto modo, preparados para cuando percibamos su presencia. Los conocimientos básicos giran entorno a la coloración de su piel, que nos previene de lo que se nos avecina cuando nos cruzamos con uno de ellos.

Los colores conocidos y clasificados son los siguientes:
Un color verde, delata a una demonio travieso, en ocasiones divertido. Un demonio que juega, salta y bromea. No por eso debemos olvidar, que sus juegos y bromas, le divierten a él, y que aquellos que son objeto de su distracción probablemente no lo pasen tan bien. Han sido vistos demonios de este color en bosques, en los aledaños de parques, granjas y poblados. En general, podría decirse que abundan en zonas húmedas, en la proximidad de arroyos, pantanos y ciénagas. Suelen rodearse de espesas neblinas casi cegadoras que les aventajan en sus burlas, y a la vez les protegen, ya que aún siendo como son, al fin y a cabo, demonios, no destacan ni por su fuerza, ni por su inteligencia. Les gusta especialmente salir al alba, y su abanico de distracciones abarca desde pequeñas torturas a un roedor, hasta sustos en los caminos a los pobres aldeanos. Lejos de poder verlos, lo cual es realmente difícil, podremos oírlos a nuestro alrededor, con agudas e insistentes risas burlonas, con susurros y tentaciones, y con sus insultos y ofensas habituales. Acostumbran a ser demonios jóvenes, de los que aún no vuelan. Aunque el objeto de sus juegos suele ser el simple entretenimiento, nunca se debe confiar en un demonio verde. Vamos, al menos yo no lo haría.

Conocemos también el color negro de los demonios. Éstos, son demonios en estado pensativo. Demonios que maquinan y planean. Demonios, que por su propia condición de demonios, nunca cavilarán nada bueno. Estos demonios de color negro, manipulan y dirigen a los de menor poder. Son poderosos, poseen fuerza e inteligencia. Raras son las veces que se ha podido ver a uno de éstos. Se esconden en grutas, pozos, gargantas y lugares fríos y sombríos, mientras utilizan a otros en su provecho. Son probablemente los más peligrosos. Sin embargo, las probabilidades de cruzarse con uno de éstos, es más bien remota. Aún así, si alguna vez te encuentras a uno, te aconsejo que huyas despavorido. Estos demonios de color negro han conseguido su estatus venciendo a otros demonios. Por ello, además, acostumbran a ser los más audaces, los más fuertes y los más temibles. No se conoce a nadie que jamás haya logrado vencer a un demonio de estas características.

Otra tonalidad catalogada para estos seres, es, como no, el color rojo. Los demonios de color rojo, son los que se encuentran en un estado más agresivo, más peleón, y normalmente, son el brazo ejecutor de las maldades concebidas por los demonios anteriormente descritos: Los demonios negros. Rara es la vez que estos especimenes actúan solos. Forman grupos que pueden ir desde apenas una par o tres de ellos, hasta varios cientos, o incluso dicen algunos escritos, que llegaron a documentarse grupos de varios miles. Sin embargo, este dato roza más la leyenda que la verdad. En la actualidad, no se tiene constancia de grupos mayores de un par de decenas. Son, en su totalidad seres alados, con capacidad para volar, con una gran fuerza, superior en gran medida, a la de los hombres. Llegan a alcanzar los tres metros de altura, y deben pesar cerca de unos trescientos kilos. Como la naturaleza es sabia y justa, o al menos a mi me consuela pensar así, para contra restar estas tremendas aptitudes físicas, los ha creado sumamente torpes, y sin duda alguna, terroríficamente tontos. Suelen centrar su atención en un único objetivo, persona o cosa, y no perciben demasiado bien lo que ocurre a su alrededor. Es fácil engañar a un demonio rojo, pero no lo es tanto el vencerlo. Tan sólo en algunas ocasiones se ha podido derribar a estos gigantes. Aún así, normalmente, los artífices de estas hazañas no sobreviven para contarlo. Si logras engañar a uno, aprovecha para salir corriendo. En cualquier caso, nunca se debe hacer enfadar a un demonio rojo. Cuanto mayor es su enfado mayor es su capacidad destructiva.

Existe un último color conocido: El color blanco. Un demonio de color blanco es un demonio que está muerto. Nunca des por muerto a un demonio, si su color no es totalmente blanco.

La intensidad del color de un demonio viene dada por su vitalidad. Es decir, cuanto más rojo es un demonio, a su vez, más peligroso se torna. Cuanto más verde, más pesadas serán sus bromas, cuanto más negro, mayor su capacidad de manipulación, estrategia y de destrucción. Así mismo, cuando un demonio pierde vitalidad, ya sea por hallarse en un estado de reposo o tranquilidad, o por haber sufrido heridas que han socavado su fuerza, tiende a aclarar el tono de su piel. Todos los demonios, absolutamente todos, cuando duermen poseen en su piel un color gris ceniza, pero más cercano al negro que al blanco.

Continuará...

- Crónicas de Adalsteinn (2ª Parte).

7 Comments:

  1. Darken said...
    MEencanta la forma deexpresarteque tienes, ademas la tematica demoníacameencanta. Ademas entras en un nuevo concepto de los demonios, dandoles sentido a cosas como el color de estos seres. Menuda imaginación... o que bien informado que estas ^_^

    Enfin, espero que continues pronto, por lemomentodecirte que en mi blog tienes un premio esperandote por si quieres recogerlo.

    Un abrazo
    Alex said...
    Muchas gracias Darken!! Voy a ver de que se trata!!!!! ole ole!!

    Esta historia la empecé hace unos meses, pero por falta de tiempo no pude continuarla (tranqui, tengo para por lo menos dos o tres entradas más ya escritas, XD).
    Subirla al blog espero que me empuje a terminarla.

    Saludos!
    Anónimo said...
    Muy buena descripción de los demonios que entretiene bastante.
    ¬¬ gpcyskdi tu te crees que eso es una palabra de verificación??Xd cuidate
    Vitalnn said...
    Estoy impaciente por ver el desarrollo de la historia, pinta muy muy bién, me há encantado el inicio de la historia.

    Expectante por leer tu desarrollo, me viene a la cabeza pensar, Adalsteinn, es un demonio que nos contará su vida con sus diferentes colores???

    Ainsss, me encantaría ver esa vida!!!!

    Venga Alex, sigue, que yo me pongo con mis paranoias, y me vuelvo locaaaaaaaaaaaaa!!!!!

    Alucinante: 3 de 3. Llevo un pleno en tus relatos!!!

    PD. Y sí, quita la palabrita!!! que no tenemos mucho tiempo y con tantas letritasssss!!!!!!
    Alex said...
    Bueno, bueno, es que yo pensé que poner la palabra de verificación en normando antiguo era una buena idea....
    Mejor la paso al griego tradicional, que como es más mediterráneo seguro que se os da mejor. XDDDD

    Besos y abrazos a patás!
    +Susana said...
    ¡Buffff! Impresionada me hallo, querido, ¿De dónde sale todo este raudal de imaginación, Alex?

    Me han encantado tus demonios, y a partir de ahora, estaré más pendiente de su clasificación si me cruzo con alguno. ¡Y por Dios, que sea con el verde! Me voy a leer la 2ª parte, pero yaaaa. Besitos.
    Alex said...
    Pues parece ser que está todo dentro de esta cabezota mía. XD

    La lástima es no tener más tiempo para escribir.

    La lástima 2 es que no empezara antes a hacerlo. (Aunque sí es cierto que conservo algunos manuscritos míos de cuando tenía unos 10 años). Pero NO los voy a postear...espero que se subasten cuando sea famoso. XDDDDDD

    La lástima 3 es que nadie me pague (aún) por hacerlo, por que entonces sería ya la repera!!!!

    La lástima 4 es no tener más tiempo para leer (cosa que, aunque parezca mentira, prácticamente NO hago). Seguro que aprendería un montón de cosas además de entretenerme.

    La lást....jajaja ya vale de penas!!XDD

    Besitos demoníacos!! XDD

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