Talón de Aquiles.
Hace 3 meses



prudencial, y poco a poco nos fuimos alejando del bullicio, para perdernos en la arboleda. Tras pasar unos arbustos, el caminó se hizo más pedregoso, y la vegetación más densa. Ella no bajó el ritmo, es más, casi diría que poco a poco caminaba cada vez más rápido. Empezaba a preguntarme hasta dónde me haría caminar. De repente, escuché pasos tras de mí. Un sudor frío me recorrió la espalda. Algo no marchaba bien, lo sabía. Hubiera sido una enorme casualidad que algún otro turista se aventurase exactamente por el mismo apartado rincón en el que nos encontrábamos nosotros. Me aparté del camino y me oculté tras una saliente del terreno. Dos hombres adelantaron mi posición, y fue entonces cuando vi que empuñaban un arma cada uno. Estuve tentado de salir de mi escondite y volver por dónde había venido, pero probablemente alguien más vigilase el camino. Poco después, volvieron con la mujer. Le habían colocado unas esposas, y sangraba por la nariz y por la boca.
Quise hacer algo, pero no podía desvelar mi identidad. Eso hubiera sido un problema muy grave ya que había entrado en el país con pasaporte falso. Me asomé ligeramente en el mismo momento que ella volvía la cabeza. Pude ver sus ojos, de un color verde claro, clavados sólo por un instante en mí. Miró hacia otro lado y gritó:Etiquetas: cartas a Suzanne
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Esta incertidumbre siempre no puede ser buena........
Venga Alex, que no decaiga!!!
Ciaooooo
Vosotros os engancháis a leer...y yo a escribir...tengo tantas cosas que contaros...(echando leña al fuego, jejeje).
Que conste que soy autocrítico, y reconozco que esta segunda parte es mejorable. La escribí sin mucho tiempo (solo he dormido 3 horas), y me moría de ganas por subirla. No deseaba romper el ritmo.
Pronto más. :D