A pesar del poco tiempo que distancia nuestro hola y nuestro adiós, he creído oportuno regalarte parte de mi alma, dedicándote estas breves y esporádicas líneas.
En realidad, no soy muy dado a hablar de mi mismo, ni de la locura que aprisiona mis pensamientos en la cárcel de mi cerebro. Tal vez, debería ponerte en antecedentes, amiga mía, y esbozar el simple, pero resultón retrato de mi cotidianidad.
Lejos de extrañas perspectivas que puedas haber forjado entorno a mi persona, temo decepcionarte si te digo que la mediocridad me ha perseguido a lo largo de mi vida, hasta llegar a estas palabras que te brindo. No hay en mí ninguna cualidad envidiable, o al menos así lo veo yo. Tal vez sea falsa modestia, o quizás y como diría mi psicoanalista, es el fruto de algún complejo de inferioridad latente en mi subconsciente desde algún periodo de mi infancia. En cualquier caso, soy un simple aficionado en lo que a plasmar mi verborrea se refiere. ¡Verborrea, que palabra! Suena a algún tipo de enfermedad venérea. No temas, creo estar a salvo.
Pero, como veo que me voy por las ramas, debería contarte algo más interesante sobre mí. Por ejemplo, creo que te podría interesar mi ficha policial:
Nombre: Alex
Apellidos: Comprenderás que omita estos datos.
Alias: “El Ubuntu”, “El Udú”,
Estatura: 1,80 cm.
Peso: 90Kg.
Cabello: Rizado. Negro. Normalmente pelo corto, pero en ocasiones cambia de aspecto.
Cicatrices: Ninguna visible
Lentes: En ocasiones.
Complexión: Media
Apariencia: Normal.
Profesión: Desconocida
Antecedentes: No se tiene constancia debido a que antes de informatizar los archivos del Cuerpo Nacional de Policía, y en un descuido de los agentes que le custodiaban, el detenido ingirió su expediente policial. En proceso de recuperación de los datos a través de solicitud al Ministerio de Justicia.
Causas pendientes: Pendiente de resolución por parte de la audiencia del juzgado nº4 de lo penal, de los cargos imputados en relación a un posible delito de traición, y a otro de apropiación indebida de documentos confidenciales, propiedad del Estado Mayor.
Paradero actual: Desconocido. Actualmente en busca y captura.
Espero que estos datos te ayuden a saber un poco de más de mi persona. Aunque en ningún caso soy merecedor de las causas que se me imputan.
Retomando el rumbo de mi idea original, quisiera describirte a continuación, cuál fue mi relación con Emily:
Apenas rozaba los veintitres años de edad, cuando llegué a Malasia. Aterricé en sus exóticas tierras a mediados de febrero, en pleno punto álgido del monzón del nordeste. La incesante lluvia empapaba mi ropa, y el asfixiante calor intensificaba cada vez más mis ganas de volver a España. Sin embargo, la misión que se me encomendó, no había terminado aún. Debía encontrarme con nuestro enlace del sudeste asiático para entregarle los informes acerca de un miembro de las IAR que creíamos se encontraba en el país. Sabíamos con certeza que las mafias locales suministraban armas a la guerrilla, y que, aún conociendo el probable emplazamiento del carguero, no teníamos jurisdicción allí para llevar a cabo una intervención armada. A cambio, nuestro enlace debía proporcionarnos ciertas garantías acerca de algunos miembros de nuestro país, que al igual que yo, se encontraban realizando misiones…digámosle extra oficiales. La diplomacia habitual no daba cobertura a este tipo de agentes infiltrados. Ni siquiera a los de la ONU, que gozaban de todos los privilegios. Así pues, los servicios secretos de unos y otros gobiernos, se protegían entre sí como lo hacen los buenos amigos. La única diferencia, es como a nadie le gusta que otro meta las narices en sus asuntos, tampoco éramos lo que se dice del todo amigos.
Pasé dos meses en el país, mientras esperaba a que el enlace se pusiera en contacto conmigo. En ese periodo de tiempo, pude aprender algo más sobre la cultura de su gente, sus costumbres, etc. Me hospedé en una docena de hoteles diferentes, siempre procurando no permanecer más de tres o cuatro días en cada uno de ellos, y tomando un taxi al aeropuerto cada vez que realizaba un cambio, para desde allí tomar un nuevo taxi de regreso a la ciudad. Principalmente, establecía mi cuartel general, por así llamarlo, en la capital: Kuala Lumpur. Aunque para profundizar en algunas de mis pesquisas, me vi obligado a viajar en diversas ocasiones, a la región de Kudat, en el estado de Sabah.
Para evitar problemas con la policía interestatal, contaba con una docena de pasaportes, entre los que figuraban: uno de investigador científico, tres como miembro de embajadas de países remotos, una par de ellos como hombre de negocios, alguno de turista, y el resto como residente en la península. No llevaba conmigo más equipaje que una maleta de tamaño medio con la ropa justa para pasar unos días, una equipo de fotografía, un teléfono seguro para conexión vía satélite, y por supuesto una discreta, pero no por eso menos efectiva Smith&Wesson M&P9 Compact.
Una noche, cuando me encontraba degustando un preparado a base de sebarau con salsa de leche de nuez de coco -un pescado autóctono de color pálido y un palmo de largo, que vive en las fangosas y ribereñas aguas de los numerosos ríos de la región-, acompañado de una jarra de tuba,- un delicioso vino efervescente elaborado a partir de palma de coco-, mi teléfono móvil zumbo en el bolsillo de mi pantalón. Me limite a descolgar y situar el auricular junto a mi oído. No precisaba observar la pantalla. Tan sólo una persona conocía mi número, y ésta, para mí, era de total confianza. La voz sonó levemente metálica. Casi impersonal. Me recordó a una de aquellas llamadas que realizaban automáticamente los ordenadores de las compañías telefónicas, salvo por el exagerado acento eslavo de mi amigo Nenad.
- Alex. Mañana, a las 19:00 horas, templo Borubudur. Tu contacto es Emily, el salvoconducto es Hantu.
Continuará…
Leer el siguiente capítulo.
Etiquetas: cartas a Suzanne
11 Comments:
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Y como espero que lo hagáis...
GRACIAS por visitar mi blog, y dejar un pequeño comentario. (Por que lo vas a dejar ¿verdad?)
Gracias por tu comentario.
Yo también te enlazo. ;)
Saludos!
(Queda un pelo ñoño decirlo, pero siempre queda bien decir lo que uno siente, joer eso queda más ñoño aún. XDD)
Espero subir la siguiente entrega bien pronto.
Gracias por pasarte.
Me intriga y mucho más admiro tu historia.
Estoy seguro que tienes mucho que contarnos aún, verdad???
Pues venga, que no decaiga!!!
Ciaoooooo
¡Que vida más interesante la tuya! Ahora me has dejado más intrigada que antes y con más ganas de saber que ocurrió después, y como acabó tu misión en Malasia.
¡Ahh, y he sido el visitante Nº 2000! Menudo lujo venir a visitarte y encontrarme con esta entrada. Me reitero en las gracias y volveré para saber de tus andanzas. Besosss
Sí, Vitalweb, estoy preparando ya la segunda entrega. Espero poder subirla pronto.
+susana, todo un honor que seas mi invitada nº2000. Y no se merecen las gracias. Tu comentario acerca de que no sabías nada sobre mi, fue lo que me empujo a contar esta historia.
Besos y abrazos a puñaos!
Felicidades, eres unico.
Puesto que no t egustan no te daré ningun beso XD
Pero te envio un abrazo mi tocayo.
No son los besos los que no me gustan, ni siquiera la posibilidad de un lejano recuerdo a las sabrosas gambas con "all-i-oli" de La Rambla de Badalona, que asustaría a más de uno o una. Desconozco si es tu caso.
Es, quizás, un probable roce de barba varonil en mis labios la que espeluzna a mis genitales, que se contraen casi hasta desaparecer sólo de pensarlo. Prefiero el dulce y suave contacto femenino. No por eso dejaré de darte un abrazo.
Gracias una vez más por pasarte, y por comentar.
Por cierto chicos, chicas, si encontráis "cosillas" mejorables, también me lo podéis decir. Si no al final voy a pensar que soy bueno y todo. (Yo se que me falta mucho por aprender).
Un beso a todos. Bueno, va Darken...a ti también. XD
Besos